El ejecutivo del cine es alguien con cualidades gerenciales
y comerciales, pero también es un artista apasionado. Un simple
mortal que ha sucumbido al atractivo de generar sueños a través
de los fotogramas en movimiento.
Para hacer su trabajo el productor ejecutivo debe adentrarse en
la obra y descubrir en ella su potencialidad. El valor que la misma tiene
para el colectivo, y desde allí, partir a conseguir los recursos necesarios
que permitan desarrollar el proyecto. Sería mezquino no reconocer
que para esto se necesita un talento muy especial. Uno poco común.
Pertenecer a este selecto grupo de hombres y mujeres del cine, no
es asunto sencillo. Se debe ser el más apasionado y creyente de
los artistas. Pues solo su verdadero entendimiento de los atributos
de la película, le van a proporcionar la energía y la locura necesaria
para luchar por ella. Solo así logrará que la idea que se haya plasmado
en hojas llegue a convertirse en una realidad cinematográfica