La historia que se cuenta en este libro comienza un fin de semana, cuando una mujer, acompañada de su hijo adolescente, emprende un viaje de descanso hacia las sierras de Córdoba. En el micro, luego de una disputa entre ambos, el joven se aparta y traba relación con un compañero de viaje. A él le revela su convicción de que la madre y su amante tienen el propósito de eliminarlo, como cree que lo hicieron antes con su padre. Sin embargo, sostiene con arrogancia no tenerles miedo, estar dispuesto a todo… y lleva un revólver calibre 32 en la cintura.
En la mitad del camino el micro hace su única parada en un bar y, cuando retoma el viaje, el joven no sube. Lo encuentran muerto en el baño del establecimiento con su arma en la mano. El Inspector Simón Hertz tiene razones para no creer que se trate de un suicidio y decide desenmascarar a los culpables. Con esa meta avanza desnudando una trama en la que se encadenan historias inquietantes. En ellas, los mismos hechos son reflejados de un modo diverso, según cada testimonio; sin embargo, hay un cadáver del que nadie se hace responsable. El investigador intuye que alguien miente o no dice toda la verdad. Esto lo conducirá por un camino para descubrir lo oculto que será un hilo conductor de un relato en el que no faltan las sorpresas. |